Distribución Geográfica
Desde Honduras hasta el norte de América del Sur, incluyendo Ecuador y las
Guayanas. En Nicaragua, es ribereño en el Pacífico, aunque crece también en la
pluvioselva del Atlántico. En Costa Rica se encuentra ampliamente distribuido,
aunque más frecuentemente en la vertiente del Pacífico, del nivel del mar a los
800 m de elevación. (Nichols, 1991)
En Colombia, en el valle bajo del Atrato; rio León de Uraba; en las
estribaciones de la Cordillera Occidental; en el departamento del Choco, en la
cuenca del Sinu y parte del Magdalena Medio. También en el cañón del rio Cauca,
en la Amazonia Colombiana y en los departamentos de Santander, Tolima y Huila
(Cáceres, Meneses y Quintero, 1980).
El árbol llega hasta los 45 metros de altura total; uno de los árboles más
grandes de América Central y del sur, con el tronco derecho y libre de ramas en
los primeros 15 metros. fauste comercial recto y cilíndrico; diámetro a la
altura del pecho entre 100 y 150 cms, color caoba con lenticelas
equidimencionales de tamaño mediano, poco conspicuas. (Maderas Colombianas,
1970).
Las semillas (tostadas) y el pedúnculo del fruto del caracolí, son usados
como alimento. De la cáscara del fruto se obtiene un aceite que se usa en la
fabricación de barnices y laca, y como insecticida. Del tallo se extrae una
resina que sustituye la goma arábiga. Especie de madera fibrosa adecuada para
carpintería y en la construcción de interiores, pisos, canoas, postes,
utensilios livianos, entre otros; no es recomendable para estructuras que
soporten peso. También es usada como leña cuando no se encuentran otras
especies. Medicinalmente el fruto es empleado para sanar verrugas y úlceras.
La madera es empleada en la fabricación de botes, remos, muebles
ordinarios, formaletas y tableros de partículas. Las semillas tostadas al fuego
son comestibles, pero sí se comen crudas resultan tóxicas debido a que
contienen un aceite volátil llamado cardol. Los árboles de esta especie se
pueden utilizar para reforestar y proteger los causes de los ríos. (Programa
Colombia forestal, 2005)
Es una especie nativa de Colombia. Se encuentra en el Urabá antioqueño y en
los departamentos de Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba, La Guajira, Magdalena
y Sucre. Crece a orillas de arroyos, ríos y nacimientos de agua, en suelos de
profundos y pedregosos, en pendientes, en terrenos húmedos, pero no encharcados
o que se inunden continuamente. La especie se encuentra casi amenazada.
Fruto del caracolí (anacardium excelsum) |
Su madera se ha utilizado como madera para vientos, es decir principalmente en los techos de las viviendas ya que es una especie con madera liviana. Adicionalmente la madera también se utiliza para la elaboración de guacales o cajones para embalar fruta[1].
Medicinalmente el fruto es
empleado para sanar verrugas y úlceras[2].
[1] https://www.uninorte.edu.co/web/ecocampus/caracoli
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